sábado, 23 de enero de 2016

Crítica Taxi Teherán - Jafar Panahi -

- BAJADA DE BANDERA CULTURAL -


Hay películas cuyo trasfondo importa más bien poco y es el propio argumento del film el que se encarga de erizarnos el cabello. Taxi Teherán, sin embargo, bebe de su peculiar historia preliminar. Su director, Jafar Panahi, durante estos últimos años, ha sufrido un infierno en su Irán natal. En 2010 fue condenado a 6 años de cárcel y a 20 de inhabilitación para hacer cine. Finalmente, y gracias a un gran apoyo internacional por parte de directores de la talla de Steven Spielberg o los hermanos Coen, consiguió dejar las rejas tras 88 días sufriendo el maltrato por parte de los guardias de seguridad. Y esto es lo que hace bello al cine: Lo que el espectador no es capaz de ver a menos que quiera verdaderamente enterarse de la película. 

Con Taxi Teherán asistimos a un espectáculo de lo más dantesco que se desarrolla en poco más de 1 hora en un taxi. Una oda al anhelo de la libertad de expresión. Una composición de una humilde metáfora sobre la situación actual que vive Irán. Un mundo que se ve difuminado a través de un cristal y sin posibilidad de moverse independientemente. Un grillete que encarcela los sentidos y anula a la persona. 

Con este "pseudo-documental" no sabemos si lo que se ve es real o es ficción. Con una pequeña cámara en el salpicadero del coche, nuestro director se dedica a filmar a distintos personajes (a cada cual más variopinto)  que suben y bajan del taxi con total naturalidad. Y es ahí dentro, a modo de confesionario, donde se desarrolla la historia. Lo importante no es la calidad de la imagen, del sonido o de las interpretaciones (que no se llega a averiguar si están guionizadas o no), sino las conversaciones. Una vez más asistimos a un espectáculo dónde la importancia la cobra la palabra. Donde es el diálogo lo que guarda el misterio. La historia es sencilla. Atrevería a decir que roza lo aburrido. Sin embargo, estaríamos cometiendo un error juzgando con el mismo yugo películas de este tipo con las que estamos acostumbradas a ver. Inapetente o no, lo importante son los temas que en ella se relatan. Debates sobre la condena a muerte, la piratería, la libertad de la  mujer, la censura al cine o incluso grande guiños al consumismo dirigido. No se la puede criticar de ser maniqueista , dado que el debate que propone el director es continuo en cada uno de los temas que se tratan. Sin embargo no es él quien se dedica a soltar ciertas puyas sino que les cede esta licencia al resto de pasajeros, quienes, a modo de comedia, van desgranando cada una de las vicisitudes que encuentran en el día a día para ser realmente felices. Porque está claro que no hay una crítica más feroz que la tratada a través de la comedia y del simbolismo  que tanto adora este director.

Taxi Teherán supone un canto a la libertad y un mensaje de apoyo a todas esas personas que buscan soltar los pájaros de la cultura y que echen a volar, a riesgo de enfrentarse con los "cazadores". Una película que no necesita más, puesto que no es una película.

Desde Cine-Club Cerbuna nos montamos en este Taxi para realizar durante hora y media un viaje cultural que no tiene precio. Conductor¡¡ Baje la bandera y acción¡¡

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Es una película hecha desde la resistencia interna, por un cineasta crítico con la teocracia iraní, contra el islam cuando asfixia y empequeñece las mentes, y contra la dictadura de los cenutrios simplistas aupados por otros cenutrios simplistas. Es discretamente metafílmica, muy elegante a pesar de estar hecha con pocos medios. Y mientras, aquí, las masas a votar al Pablemos, financiado por estos ayatollás. ¡Y hale, a "cabalgar las contradicciones"! El que hasta ahora no se ha enterado de lo que es la Dictadura del Pueblo desde luego no se va a enterar por ver una película.

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  3. Islam malo
    A podemos le gusta el Islam

    Podemos es malo y quiere implantar una dictadura teocrática

    Todo esto para decir lo de siempre: "aahhh malditos rojos idos a Cubazuela del Norte"

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  4. mmmm... a ver si te gusta más esto: Islam bueno. Podemos ser bueno. Podemos no gustar dictaduras. Podemos no cobrar dinero de dictaduras teocráticas, ni tropicales.

    ¿A que la mentira mola más?

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